·En el capítulo anterior, habían entrado la enfermera y Gabriel. Una bola de papel entró por la ventana semiabierta.
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Entró primero mi hermano y luego la enfermera, bajita, joven pero con autoridad, iba recta e imponia, poco, pero lo hacia. Me miró con la cara que le salio primero, la de pena, luego se transformaron sus rasgos y se volvieron dulces.
-¿Qué tal?¿dormiste bien?- Retiró su mirada de la mia y se volvio a mirar aquella pantalla de rayitas para arriba y para abajo, me hacian gracia. Derrepente se vuelve a mi con cara interrogante - ¿qué pasa? ¿No puedes hablar?
No lo decia en broma, lo sabia. Pero me había quedado absorta en mis pensamientos. Y tan solo su roce en mi muñeca para tomarme el pulso me vino las imágenes del suceso acontecido. Me estaba volviendo loca, me dio por llorar, reviví los dolores, cómo me retorcia. Se dio cuenta y alejó su mano de mi. Gabriel rápidamente se levantó del asiento. O eso creo. Todo parecia un cuadro de acuarelas donde se repetia lo mismo una y otra vez. Me mordia el labio, se me agarrotaban los brazos de hacer fuerza contra unos brazos que me oprimian, inexistentes. Lo sabia. Nose porqué estaba reaccionando así. No paraba de llorar. La enfermera me obligó a tumbarme y oí un grito, después de eso mi hermano se largó y volvió con un médico que me inyecto algo.
Iba camino a la playa
andando. Sin mirar atrás. Sin escribir una nota de lo que iba a hacer.Me sentia sola, era de ese vacio que tienen algunos, de esas personas que tienen a mucha gente a su alrededor y mucho aire que les separa.Andaba de puntillas, como quien no queria dejar rastro. Las olas parecian querer rozarme,querian alcanzarme, querian tenerme a su merced, de espaldas a la orilla de ese mar inmenso que
parecia sediento. Me dejaré llevar por esas olas divertidas. Me undiré
al fondo. Observaré la profundidad, donde hay peces curiosos, quieren
saber lo que soy o el porqué lo hago. Estaba claro que queria entrar, mis pies no dejaban de andar, lo que queria estaba claro. Agarraré la mano de quien dice llamarse
la muerte. Creí ver una mirada dorada y una sonrisa amplia, el mismo tío de siempre. No queria recordarlo, tansiquiera verlo. Porque verle a él seria como volver a recordarlo todo. No podria ver nada. Azul. Calma. Un suspiro. Y una mano de
un posible ángel que yo ansiaba agarrar. La alcancé pero no toqué nada.
No sentí nada. No moví ni un músculo. Los suicidas no van al cielo, dijo
una voz . La mirada dorada me miraba enfadada. Yo queria gritarle que no buscaba la muerte, tan solo verle una vez más. "No
quiero verte morir a si que si quieres vamos los dos", eso me hubiese
gustado escucharlo antes, no queria morir, me estaba agobiando, me movia, pero no subia a la superficie, el agua el agua ya estaba dentro de mis
pulmones. Solo podria recordar que alguien gritaba y yo,
porfin, moria.... y él lo veria. "Tengo miedo a no conocerte." y eso fue lo único que pude decir.
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Entró primero mi hermano y luego la enfermera, bajita, joven pero con autoridad, iba recta e imponia, poco, pero lo hacia. Me miró con la cara que le salio primero, la de pena, luego se transformaron sus rasgos y se volvieron dulces.
-¿Qué tal?¿dormiste bien?- Retiró su mirada de la mia y se volvio a mirar aquella pantalla de rayitas para arriba y para abajo, me hacian gracia. Derrepente se vuelve a mi con cara interrogante - ¿qué pasa? ¿No puedes hablar?
No lo decia en broma, lo sabia. Pero me había quedado absorta en mis pensamientos. Y tan solo su roce en mi muñeca para tomarme el pulso me vino las imágenes del suceso acontecido. Me estaba volviendo loca, me dio por llorar, reviví los dolores, cómo me retorcia. Se dio cuenta y alejó su mano de mi. Gabriel rápidamente se levantó del asiento. O eso creo. Todo parecia un cuadro de acuarelas donde se repetia lo mismo una y otra vez. Me mordia el labio, se me agarrotaban los brazos de hacer fuerza contra unos brazos que me oprimian, inexistentes. Lo sabia. Nose porqué estaba reaccionando así. No paraba de llorar. La enfermera me obligó a tumbarme y oí un grito, después de eso mi hermano se largó y volvió con un médico que me inyecto algo.
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