·Soy la escritora, gracias por todos aquellos que lo leen (que no son pocos), gracias por todos aquellos que han dicho que les avise para seguir leyendo, y tambien, gracias a todos los que se han molestado en hacer otra crítica constructiva.
Entre risas pediré por favor que empeceis leyendo por el prólogo, que ya me he encontrado más de un caso que han empezado por el capítulo1. Sin más demora, continuaré con el Capítulo 2.Un saludo y espero que os guste :)---º------------º---------------º-----------------º------------------º--------------------º----------------º---
Me puse nerviosa y el pitido de la máquina que tenia al lado, se aceleró. Algo en mi interior no iba bien, porque apenas me podia mover, y aún intentando abrir los ojos, no podia. Intenté relajarme, pensando en pajaritos de colores y esas pijadas de niña mimada, pero ni eso conseguia distraerme, quizá era porque cada vez era más consciente de mi cuerpo, cada vez notaba más, un viento fresco en mi cara y un hormigueo en la punta de los dedos de los pies, notaba la calidez de mi mano izquiera mientras que mi mano derecha estaba más fria bajo una tela áspera, controlaba mi respiración. Mi mano izquierda se movia, había otra mano que agarraba la mia. Abrí primero un ojo, y rápidamente oí una voz susurrante desde mi izquierda.
-Por fin te has despertado, Bella Durmiente.- Era una voz cansada, pero sabia con rápidez de quien era.
-Gabriel - Conseguí decir tras mi largo intento de abrir los ojos, conseguí verle, aún borroso, ya que la luz estaba tras él en una ventana semiabierta. -¿cómo estás? - le miraba con los ojos chiquitines, como quien intentase vislumbrar un objeto lejano. Yo le veia a él. Tenia ojeras de no haber dormido durante horas, y su sonrisa forzada lo corroboraba.
-Creo que eso deveria habertelo preguntado yo a ti primero, ¿no crees?- sonrió lo más amplio posible y yo le respondí a la sonrisa. A la pregunta de como estaba, realmente no sabia que responder. No me había planteado esa duda, tan solo queria volver a casa y poco más. No era de las que se quejaban mucho.
-Realmente... nose que decirte... - Me mordí el labio inferior por pura vergüenza. No sabia que responder después de lo que me había pasado.
-No importa, de todas formas tengo que avisar a una enfermera para que vea como estás y demás. Supongo que quiera el policia ese - señaló a un hombre que iba con un traje negro que se situaba de perfil en el marco de la puerta. Gesticulaba y supuse que era el que estaba hablando con mi padre- ¿Quieres agua?
- Si, porfa - Le sonreí como una niña buena, se levantó despacio, agarrotado de estar tanto tiempo sentado. Al soltar mi mano enseguida se enfrió y la metí bajo la sábana.
-Aquí tienes, princesilla - Alargué el brazo derecho, y me dí cuenta de que tenia el suero inyectado.- Espera, no te muevas.
Le quité el vaso de las manos.
- No seas bobo, yo puedo. - Bebí unos tragos y realmente noté que verdaderamente tenia sed, mucha sed.-¿Era necesario traerme aquí? y no me digas "¿y tu qué crees?" porque no me vale.
-Pues te hago la pregunta que no quieres que te haga- Me retiró el vaso de mi mano y le puse mi cara de "me estás tomando el pelo, fijo".
Se reia.
-Eh! que a mi no me hace gracia. - Me dió un beso en la mejilla y se fue iendo de la sala, antes que se fuese le paré. - Espera, avisa al menos a papá, lo digo para que sepa que estoy bien.
-O al menos parte de ti está bien. - Se rio a carcajadas. Nose como después de toda la noche a mi lado podia tener tan buen humor, incomprensible... o no.
Salió del cuarto y me dejó a solas, con mis pensamientos, ¡qué digo pensamientos!, con nada. Quiero leer, si, tengo ganas de leer. Gritar a alguien una palabra que salga en un texto, que se quede con cara de extrañado. Reirme. "Es absurdo, porque sigo aquí, con la ventana medio abierta y los rayos del Sol me dan calor en la cara.. respiro fuerte, pero me duele el tabique de la nariz. Sigo oyendo a mi padre hablar con el policia y a este gesticulando. Apenas entiendo lo que dicen, y tampoco me molesto mucho. Solo, si, bueno, solo, y ya es mucho... pienso en él, como un salvador o algo así. Nose lo que querian, no lo se, y me molesta."
Una ráfaga de viento abre la ventana de par en par, pero nadie viene a cerrarla, intento levantarme pero los cables y las sábanas no me dejan levantarme. "No tengo fuerzas ni para levantar las malditas sábanas"
Una bola de papel salió disparada del exterior, al suelo, debajo de la camilla. Quise levantarme, pero justo en ese instante. En el que demostré a el mundo la patosidad incesante de mi ser, apareció mi hermano acompañado de una enfermera, que tras de sí, mandaba silencio al policia y a mi padre. Cerró la puerta de la sala.
Si, yo he sido esa persona... Cariño, me encanta me encanta y me encanta! mañana dos capitulos más, no? que es viernes!
ResponderEliminarQuien sabe :P Creo que alargaré este capítulo y haré el 3. :)
EliminarOh si nena! estoy muy ansiosa
Eliminarsii! yo tambien! sigue escribiendo porfii!
ResponderEliminar